SUICIDIO

Solía caminar entre la gente, buscando alguien que la mirara, alguien que le sonriera, alguien que, por un instante, cruzara su vista con ella, alguien que, en definitiva, le hiciera notar que existía que estaba aquí, en el mundo de los vivos porque para ella, una persona, una historia, un objeto, cualquier cosa terrenal o no, sólo puede existir cuando alguien se da cuenta que está.

“Si me ves, me haces ser..... Si no me miras, si no me ves, me iré borrando,
despacito, y cada día estaré mas borrosa, hasta que de pronto, una mañana,
pluf, desaparezca ...

y hasta que nadie me vuelva a ver, no seré,
y si nadie nunca más me ve, nunca más seré,
y si nunca soy, tendré que morirme por un rato

Voy a matar a Soledad, para que mi alma busque otro cuerpo, otra existencia en la que entrar… para
volver luego y a esperar ser vista. Para estar de nuevo. Para quedarme otra vez. Para buscarte y que
tú, ya sin el aburrimiento de verme siempre igual, de oír la misma voz, de escuchar el mismo llanto, las
mismas risas.... me mires de nuevo y de nuevo NOS hagas vivir.

Igual que era antes… Como nunca tuvo que dejar de ser....”


(Saltó sin dudar del octavo piso; si Soledad iba a ser su única compañera, prefería estar sola...)


Jinchita