Puedo controlar mi tristeza porque tiene forma. Prestándole la atención necesaria, consigo ver de qué y cómo está hecha, sacarle las medidas y armar un patrón con el que la controlo y, más o menos, logro quitármela de encima siempre que lo necesito...
Pero la angustia, no.
La angustia es siempre anamórfica, intangible, incierta e inasible y por eso aparece, desaparece y se instala en mi, a su entera voluntad.
Rinchi: lugar, en cualquier parte del universo, donde uno se siente "como en casa"... para los que vamos de casa en casa desde que nacimos, el rinchi es algo que llevamos dentro y reproducimos allá donde vamos aterrizando. Mi rinchi, mi mejor rinchi, es mi gente; los que están y los que se fueron. Porque cuando me pierdo sólo tengo que buscaros dentro para encontrarme.Porque sois mi casa, mi refugio contra todo, os dedico este blog.
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6 comentarios:
Es maravilloso lo que escribes y mucho más cómo piensas la vida.
vaya... gracias!
Estas Bien?
si... quién eres?
Tengo que decirlo? no te basta saber que soy quien se preocupa cuando estas mal? soy Un Amigo y de los mejores que has tenido, jajaja bueno tal vez exajero un poco, Pos - tre - cito ! ! ! jajaja besotes gallega!
La angustia tambien va a pasar. No es la primera vez ni sera la ultima. Es imposible pescar sin mojarse los pies, dicen. Debe ser verdad.
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